Durante años, Juan Tomás Ávila Laurel fue conocido por ser uno de los activistas contrarios al Gobierno que permanecía en Guinea Ecuatorial, a pesar de décadas de represión y corrupción.
En el 2011, este premiado escritor ya tuvo bastante. Mientras las primaveras árabes derribaban regímenes autocráticos por todo Oriente Próximo y Norte de África, él inició una huelga de hambre, con la esperanza de desencadenar una oleada de reformas en su país.
No funcionó. Según Ávila Laurel, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, de 78 años, y su familia han empleado los beneficios generados por la industria petrolera del país para asegurar y mantener casi inquebrantable el poder de la dictadura más longeva de África.
“El dinero del petróleo ha servido a algunos o a muchos para enriquecerse… pero el beneficio personal no contribuye al desarrollo de ninguna comunidad”, dijo Ávila Laurel en una reciente entrevista en España, donde se instaló tras ser “acosado” por su huelga de hambre.
“Lo más probable es que el dinero del petróleo se acabe sin que los guineanos obtengan ningún beneficio”.
Ahora, un equipo de periodistas ha descubierto una nueva veta de corrupción en la cleptocracia de Guinea Ecuatorial a través de una red internacional de empresas y activos relacionados con uno de los hijos de Obiang, el ministro de Petróleo, Gabriel Mbega Obiang Lima.
Los periodistas descubrieron pruebas de que el ministro ha utilizado su poderosa posición para presuntamente extorsionar a empresarios y desviar millones de euros de dinero estatal de un proyecto de construcción. Una querella criminal presentada por una persona con conocimiento de la implicación de la empresa en esta presunta trama, la sociedad Armando Cunha, obtenida por la revista portuguesa Expresso, medio socio de OCCRP, sostiene que esos fondos acabaron en compañías y cuentas offshore controladas por socios de Obiang Lima.
Diversas fuentes han informado a Expresso que la policía portuguesa realizó el pasado 17 de diciembre registros en la sede central en Lisboa de Armando Cunha. La policía portuguesa no ha respondido a la petición de comentarios sobre esos registros.
La sociedad Armando Cunha ha afirmado a través de un bufete de abogados que la compañía realizó sus operaciones en el extranjero “de una manera regular y legal” y negó todas las acusaciones de corrupción. La compañía no respondió a posteriores cuestiones sobre los registros realizados por la policía.
El petróleo podría haber sido una bendición más que una maldición para Guinea Ecuatorial, un país formado por una isla cubierta de jungla y una franja de la costa de África Occidental. Las grandes petroleras se apresuraron a explotar las reservas localizadas a finales de los 90 en las aguas territoriales, generando miles de millones de dólares de ingresos para el Gobierno.
Pero muy poco de ese dinero alcanzó a la población, y fue destinado en cambio a proyectos faraónicos, como acoger la copa de África del 2015 en plena epidemia de ébola en África Occidental, o, con motivo de la cumbre de la Unión Africana, construir un complejo donde había una mansión para cada jefe de Estado.
Hoy Guinea Ecuatorial tiene uno de los mayores PIB per cápita en África, pero muy pocos de sus habitantes tienen acceso a una educación o una sanidad dignas de ese nombre y numerosas viviendas en la capital aún carecen de acceso a agua potable.
“Cuando llegó el petróleo, tuvo esa entrada de millones y millones de dólares y la llegada de las compañías petroleras y de gas deseosas de sobornar a los gobernantes para tener acceso a esa producción”, dijo Tutu Alicante, un abogado de derechos humanos y fundados de la oenegé dedicada a Guinea Ecuatorial EG Justice.
“Así que pasamos de ser un pequeño país corrupto a ser una nación muy muy corrupta, un país que ahora se define por lo corruptos que somos”, añadió.
Ávila Laurel dijo al OCCRP que tiene pocas esperanzas de que en los próximos tiempos mejore la situación de su país natal.
“El petróleo le ha servido a Obiang para recompensar a los guineanos que le son leales. Obiang sabe que quienes tiene alrededor son ladrones”, dice en referencia al hijo del dictador. “El petróleo te permite comprar a la gente o hacer que la gente se sienta comprada”.
Obiang Lima leyó, pero no ha respondido a la petición de comentarios que le han enviado los reporteros.
Bienvenidos al Grand Hotel Malabo
En el 2010, mientras la producción de petróleo de Guinea Ecuatorial crecía, Obiang Lima firmó un contrato para crear una instalación para el Instituto Tecnológico Nacional de Hidrocarburos de Guinea Ecuatorial, donde debe formarse a estudiantes de toda África en oficios de la industria petrolera.
El edificio debía costar más de 60 millones de euros (87 millones de dólares) y tenía que estar instalado en Malabo, la capital del país, según un documento obtenido por Expresso.
Pero en el 2012, la localización se cambió a Mongomo -la localidad de la Guinea continental donde nació el padre de Obiang Lima- y el coste para el Estado subió hasta los 107 millones de euros. Como comparación, el total del presupuesto de Guinea Ecuatorial para educación en el año 2020 ha sido de poco más de 91 millones de euros.
Hoy el instituto consta de un moderno edificio con espacios abiertos, aulas, un auditorio, pistas de tenis, así como viviendas tanto para los profesores como para los estudiantes.
Pero documentos obtenidos por el OCCRP y sus socios sugieren que buena parte de ese aumento de presupuesto acabó llenando los bolsillos de Obiang Lima.
La querella criminal presentada en Portugal afirma que Armando Cunha pagó más de 10 millones de euros a siete compañías que parecen estar controladas por el ministro y sus socios, incluyendo la sociedad basada en Chipre Gabangare Holdings Limited y varias de sus subsidiarias.
La querella sostiene que el dinero, descrito como pago por servicios de consultoría, fue entonces enviado a cuentas en Chipre, Países Bajos y España, entre otros países.
“Estos fondos, más allá de la descripción en las facturas, no son más que el pago de cuotas/sobornos”, señala.
Facturas, registros bancarios y contratos analizados por el OCCRP y sus socios confirman que Armando Cunha pagó a estas compañías casi 7 millones de euros de los 10 millones que le facturaron. Los documentos no muestran si la compañía constructora portuguesa pagó los más de 3,4 millones de euros que Gabangare le solicitó.
La constructora Armando Cunha también aceptó realizar trabajos por valor de más de 23 millones de euros en Guinea Ecuatorial como parte del trato. Entre ellos, destacan los trabajos de renovación y construcción por valor de 11,3 millones de euros realizados en El Grand Hotel Malabo –también conocido como hotel Cotton Tree o Hotel Eureka (o Ureka), que tiene varios vínculos con Obiang Lima.
ACSA, subsidiaria de Burilda Consultancy Limited, la empresa conjunta de Armando Cunha con Gabangare, afirmó en sus cuentas que realizó trabajos por más de 9 millones de euros en el hotel entre 2011 y 2013.
Los vínculos de Obiang Lima’s con el Grand Hotel Malabo
Un abogado de Armando Cunha negó que la compañía haya estado involucrada en ninguna práctica corrupta y acusó de cualquier reclamación a un socio descontento con el que mantiene una disputa legal.
“Debido a que hay casos judiciales pendientes no se harán declaraciones, pero destacamos que toda la actividad de la empresa se ha realizado de manera regular y lícita y sus cuentas han sido aprobadas y auditadas reiteradamente por una entidad externa”, dijo en la declaración enviada por el abogado.
El experto anticorrupción Lucas Oló afirmó que Grupo Molsa y otras compañías vinculadas a Obiang Lima suelen ganar dinero alquilando viviendas a las compañías petroleras extranjeras o incluso al Gobierno.
“A fin de cuentas, recuperan el dinero de cualquier manera”, dijo Oló. “Normalmente les cobran mucho dinero, por encima del mercado de alquiler de viviendas. Algunas compañías no se preocupan mucho de ese coste porque se lo pueden volver a cargar al ministerio”.
Hacia Países Bajos
Los reporteros han identificado a varios importantes actores en la red de Obiang Lima.
Entre ellos están Nj Ayuk, CEO del despacho de abogados Centurion Law Group; Nicolaos Neocleous, director de su sociedad registrada en Chipre, Gabangare Holdings Limited; y un ciudadano de Países Bajos llamado Donald Frank van der Horn van den Bos, que aparece como director en varias sociedades implicadas en el acuerdo del instituto de hidrocarburos.
El significado de un nombre
No está claro como Van den Bos, un asesor fiscal de 60 años, conoció al hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, pese a que los dos parecen compartir tanto numerosas aficiones, así como lucrativos vínculos empresariales.
Dos personas conocedoras de Gabangare, que han pedido no ser identificadas, describen al neerlandés como “la mano derecha” de Obiang Lima, que transmite sus instrucciones a los directores y responsables de las compañías.
“Arriba del todo estaba Donald [Van der Horn van den Bos],” dijo uno de ellos a OCCRP, "lo que significa que [era] Donald quien estaba en contacto con Gabriel [Obiang Lima]".
El neerlandés vive en Son Gual, Mallorca, donde su compañía Patapouf S. L. está registrada.
Patapouf y Bellezzavecchio S.A., una sociedad inmobiliaria donde ejerció como director, recibieron pagos de Armando Cunha por consultoría 4,65 millones de euros entre 2013 y 2016. Otra de sus compañías, Flojust Holding B.V., también facturó a la constructora portuguesa más de 400.000 euros entre 2011 y 2013.
Van der Horn van den Bos no ha respondido a las peticiones de comentarios.
Donde se acaba el camino
Otro de los socios de Obiang Lima es Neocleus, el director de 45 años de su holding, Gabangare, y de numerosas de sus filiales chipriotas.
Neocleus negó que Obiang Lima fuera el beneficiario de Gabangare cuando los periodistas le contactaron en noviembre. “El propietario de la compañía es el señor Donald Frank (van der Horn van den Bos)”, dijo.
También afirmó no tener conocimiento de ninguno de los proyectos realizados por ACSA, entre ellos los trabajos en el instituto de hidrocarburos, ni tampoco de quien pago por los trabajos de construcción en el Grand Hotel.
Ayuk, fundador y jefe ejecutivo de Centurion Law Group, tiene también una cercana relación con Obiang Lima. El ministro y su esposa acudieron a la boda de Ayuk en Suráfrica en 2016 y a la presentación de su libro, “Billions at Play: The Future of African Energy and Doing Deals,” tres años después.
Ayuk, que usa varios nombres, ha tenido varios encontronazos con la ley. En 2007 tuvo que abandonar EEUU tras declararse culpable de suplantar la personalidad del congresista Donald Payne, en cuyo gabinete estaba en prácticas, para obtener visados para sus compatriotas. La prensa ha informado de que Ayuk fue también presuntamente involucrado en un caso en Ghana, donde la directora local de Centurion Law Group fue acusada de blanquear 2,5 millones de dólares.
Esa misma directora local supervisó la construcción de una villa en Aburi, una pequeña localidad a las afueras de la capital de Ghana. Los vecinos entrevistados por un periodista dijeron que Obiang Lima y su padre usaban una villa en esa zona.
Según Oló y otras fuentes, Centurion es un importante canal para obtener contratos relacionados con el petróleo en Guinea Ecuatorial.
“Puedes acudir a otros e intentarlo si quieres, pero puedes encontrarte perdiendo ofertas ante compañías menos capacitadas que han ido con Centurion”, dijo. “Así es como lo hacen”.
La afirmación de Centurion
La esposa de Ayuk, Kelly Mealia, es la directora de Africa Oil & Power, una sociedad registrada en Mauricio y especializada en la organización de eventos y plataformas de inversiones. Obiang Lima forma parte de su consejo asesor.
Una carta obtenida por Diario Rombe muestra como Africa Oil & Power puede haber sido empleada para ser depositaria de pagos extorsionados por el ministro. La carta, firmada con el nombre de Obiang Lima y dirigida a un destinatario cuyo nombre está oculto, pide que patrocine un evento llamado Año Energético de Guinea 2019 con 80.000 dólares, cantidad que debe depositar en una cuenta a nombre de Africa Oil & Power.
Un antiguo miembro del Gobierno de Guinea Ecuatorial, cuyo nombre no se reproduce aquí para proteger su seguridad, dice que el ministro de Hidrocarburos suele extorsionar dinero de empresarios pidiendo pagos por eventos que ya han sido previamente financiados por el Gobierno.
“El ministerio tiene la práctica de forzar a los operadores a financiar actividades que ya han sido financiadas por el estado, fijando montos que son totalmente exorbitantes”, dijo la fuente. “Si no pagas, hay una represalia”.
En otra carta, de octubre de 2018, Obiang Lima acusa a un empresario, cuyo nombre también está oculto, de “infracciones muy graves de sus deberes administrativos, legales y social”, y le pide dinero que ha de ser enviado a una empresa privada como pago.
“Su compañía tiene que financiar la base de datos del Ministerio de Minas e Hidrocarburos… por un coste de 300.000 euros”, dice la carta.
Obiang Lima dice que el pago debe de hacerse a Virensis, la compañía española encargada de crear la base de datos. Francisco González, director de ventas de Virensis, dijo que a la compañía se le pidió desarrollar la base de datos en 2018, pero que el proyecto no salió adelante porque no hubo suficientes empresarios que pagaran las ‘multas’ que pedía Obiang Lima.
“Solo un hombre de negocios [que recibió la carta] me llamó para averiguar más información sobre nuestra compañía”, dijo a un periodista, aunque declinó hacer más comentarios.
El banco chipriota Astrobank, donde Gabangare tenía las cuentas que figuran en las facturas que emitió a Armando Cunha, dijo que el banco ha “terminado la relación [con Gabangare] en el contexto de la regulación” después de llevar a cabo su revisión en 2017.
‘Lo tienen todo’
Obiang Lima no es el único miembro de la primera familia de Guinea Ecuatorial acusado de pillaje de las riquezas del país. Su hermano mayor, Teodorín Obiang, de 50 años, lleva años enzarzado en una disputa legal contra los tribunales franceses, que le condenaron en 2017 por malversación de fondos.
Teodorín, que fue nombrado vicepresidente de Guinea Ecuatorial en 2012, fue multado con 30 millones de euros por un tribunal de apelación. Los fiscales mostraron que Teodorín robó fondos estatales del petróleo para financiar su lujoso tren de vida, en que se incluía un jet privado, una mansión en Francia valorada en más de 100 millones de dólares y una colección de recuerdos de Michael Jackson, entre los que había un guante incrustado de gemas.
A principios del año pasado, un tribunal rechazó su recurso. Y el pasado 11 de diciembre, la Corte Internacional de Justicia dictaminó, después de que el gobierno del estado africano desafiara la jurisdicción de los tribunales franceses, que Francia no estaba obligada a devolver la villa a Teodorín.
Los fiscales suizos también se incautaron de 25 coches de Teodorín, entre ellos Lamborghinis, Ferraris, Bentleys y Rolls Royce.
La ausencia de escrúpulo de Teodorín no sorprende a Ávila Laurel, que fue a la escuela con el hijo del dictador de Guinea Ecuatorial.
“Al ser su padre quien era, y al ser su madre maestra, iba poco a clase”, dijo el escritor. “Ya lo estaban malcriando a esa edad”.
Los hermanos tienen diferentes enfoques para saquear su país, según Oló, el experto anticorrupción. Éste señaló que Teodorin lleva un estilo de vida mucho más llamativo que Gabriel Obiang Lima.
“Teodorin puede ir directamente al Tesoro a coger el dinero”, dijo. “Teodorin está allí para gastar el dinero. Gabriel invierte.”
Pero hay indicios de que el dinero del petróleo se está agotando.
La producción de crudo de Guinea Ecuatorial aumentó de manera constante desde la década de 1990, y en 2012 estaba por encima de los 256.700 barriles diarios. En 2017, eso se había reducido a 128.600. Si no se descubren nuevos depósitos de petróleo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el país se quedará sin petróleo para 2035.
El fracaso de Obiang Lima para hacer más transparente el sector del petróleo y el gas, incluyendo la implementación de "un régimen de declaración de activos sólido para los altos funcionarios del gobierno", está impidiendo también que el FMI conceda 200 millones de dólares en préstamos a Guinea Ecuatorial para ayudar al país a reestructurar su economía.
El fin de la bonanza petrolera puede no afectar mucho al clan Obiang, según Ávila Laurel.
"Esta gente puede vivir muchas vidas con ese dinero. Se han hecho con muchas zonas y edificios en Malabo. Se lo han quedado todo”, dijo. “Incluso si se acaba el dinero del petróleo, ellos seguirían teniéndolo todo”.
Rana Al-Sabbagh and Khadija Sharif contributed to this story.